En medio de la creciente tensión entre el Gobierno y la oposición, el vicepresidente Julio Cobos dijo que la dirigencia política debería "poner paños fríos" ya que "la falta de armonía afecta a la ciudadanía". Casi al mismo tiempo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner salía a denunciar, otra vez, "intentos desestabilizadores", el mendocino insistía en que la oposición no tiene "voluntad de obstaculizar" al Gobierno, al que casi le pidió que se adecue a las circunstancias y profundice el diálogo.
En declaraciones ante un grupo de periodistas en Expoagro, el vicepresidente rechazó que la toma de control por parte de la oposición "haya sido una arremetida o una respuesta al discurso" con el que Cristina abrió las sesiones ordinarias del Congreso anunciando el reemplazo de un decreto por otros dos en una maniobra para poder usar reservas del Central para cancelar vencimientos de la deuda externa. Se trató, alegó, de "una respuesta hacia la sociedad que está esperando que los legisladores cumplan con lo que prometieron en la campaña".
También rechazó que la situación en el Parlamento afecte la gobernabilidad y sostuvo que en la oposición "no hay ninguna intención de trabar ni voluntad de obstaculizar" al Ejecutivo. Según sostuvo, él ve que, por el contrario, hay voluntad de diálogo y una intención de "lograr celeridad para poner en funcionamiento al Congreso".
"La gobernabilidad se afectaría si se trabaran las cosas en el Senado. Pero si se discuten, se pueden modificar o enriquecer. Cuando uno está en el Gobierno, tiene que adecuarse a las circunstancias y profundizar las posibilidades de diálogo con las otras fuerzas políticas", enfatizó.
El ex radical K hoy prácticamente redimido como eventual presidenciable de la UCR reconoció que "estas cosas de falta de armonía afectan a la ciudadanía" y que son los dirigentes políticos "los responsables de poner paños de agua fría". Cuando habló, se refirió en general a la tensión creciente entre el oficialismo y la oposición, aunque lo hizo en respuesta a los cuestionamientos que le había formulado Miguel Angel Pichetto, titular del bloque K en el Senado, y no a las nuevas acusaciones de Cristina contra la oposición, la Justicia y los medios.
Pichetto había acusado a Cobos de ser responsable de que en el Senado no se cumpliera el reglamento. El vicepresidente y titular de la Cámara alta insistió en que no se violentaron las normas y en que la tensión en la última sesión, que marcó otra derrota parlamentaria del kirchnerismo, se debió a que no se alcanzó un acuerdo entre los distintos bloques.
"Esta gente –dijo en referencia al bloque K- quiere encontrar un responsable, pero la primera responsabilidad es no haber llegado a un acuerdo. A lo mejor el acuerdo no se logró porque (Pichetto) no tenía margen para negociar o porque la oposición insistía en su postura. Y él mismo había dicho 'que junten los 37 votos', y si la oposición lo consiguió, no le echen la culpa a Cobos". Aún así, evitó profundizar la polémica con el senador K y dijo privilegiar "la relación armónica que se debe tener" y se ofreció a "mediar para facilitar el diálogo" con la oposición.
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