Julio Cobos es quien está más tranquilo en esta campaña. Fue el ganador en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias de agosto y todas las encuestas dicen que volverá a ganar el domingo que viene y que hasta quizá amplíe la diferencia. Y si bien se lo ve calmo, a su alrededor hay un hervidero. Gente que se arrima a plantear problemas o dirigentes radicales viejos y nuevos que pululan.
-¿Esta campaña la pasó haciendo la plancha?
-¿Le parece que fue hacer la plancha?
-Estuvo muy tranquilo...
-No estamos acostumbrados a escuchar propuestas. Hemos propuesto reforma tributaria, de organismos de control, planes de vivienda, de educación, de seguridad y ahora de energía e hidrocarburos. Estamos acostumbrados a los agravios, descalificaciones, a la campaña sucia. Eso en parte se hizo en las primarias. Fracasaron los que apostaron a eso. Todos los días estamos en algún departamento o en el Comité haciendo propuestas.
-Entonces, por qué ha sido tan aburrida...
-Eso lo interpretan ustedes. Hemos recorrido la provincia tres veces. A ustedes les gusta que nos chicaneemos. Hay que acostumbrarse a otro tipo de campaña. Hemos dicho que nunca vamos a agraviar y que haríamos propuestas. Y es lo que hemos hecho.
-El radicalismo viene en ganador, no le hace falta chicanear.
-Cuando fui candidato a gobernador estábamos muy atrás. Y sin embargo recorrí la provincia e hice propuestas. Lo mismo ahora. Vamos a debates y normalmente el que gana no debate; nosotros debatimos, cosa que no harían otros partidos. Por eso somos distintos.
-Alejandro Abraham dice que tienen buena relación...
-Con mucha gente del justicialismo, con (Omar) Félix también. Siempre en Mendoza ha habido buenas relaciones y espero que esto se mantenga.
-Pero usted era el enemigo para muchos dirigentes, particularmente del PJ...
-Sí... Habrán decantado los pensamientos. Lo que más ruido le hace a la sociedad del kirchnerismo son las formas. Si presentaran algunas cosas de otra manera, lograría consensos que hacen falta.
-En qué harían falta consensos.
-En muchas cosas. Llevamos propuestas que creemos le servirían al país en el mediano y corto plazo. Esperamos que las podamos discutir, nosotros estamos abiertos a recibir sugerencias. Pero, por ejemplo, mandaron el Presupuesto y no se le pudo cambiar ni una coma.
-¿Cómo se imagina los próximos dos años en el Congreso?
-A mi me gusta trabajar siempre. Lo hice como presidente del Senado. No tenía que hacerlo, pero empujé leyes como la del servicio cívico. Me imagino trabajando mucho y dispuesto a escuchar a los otros bloques e intercambiar ideas para generar una agenda legislativa. Nuestro futuro como alternativa para 2015, depende de que la ciudadanía vea logros.
-¿Serán dos años de diálogo o de palos en la rueda?
-Yo no voy a poner palos en la rueda. Al gobierno le quedan dos años, tiene muchas cosas que hacer para mejorar. Todos esperamos que los problemas actuales sean corregidos y el que asuma de acá a dos años, lo haga con la menor cantidad de problemas.
-¿Va a buscar la candidatura a presidente en 2015?
-No. Tengo la obligación y el compromiso de trabajar un espacio distinto al peronismo. Los acuerdos y las alianzas con ellos ya las probamos y no anduvieron. Queremos un espacio socialdemócrata, con el radicalismo, el socialismo, el GEN y la Coalición Cívica y definir candidaturas en las primarias.
-¿Cómo se representa a Mendoza?
-Tenemos que defender los intereses de las provincias. Por eso hablamos con la gente de San Juan, de San Luis. Ya no existe la promoción y tenemos que buscar nuevos mecanismos de generación de empleo, de sustitución de importaciones.
Hay que buscar la manera inteligente de defender a Mendoza Estamos pensando en un bloque regional, llevamos propuestas regionales. Las economías regionales están muy mal y por la macro. Sin competitividad, con una alta inflación, todos los costos de la economía regional repercuten mucho más.
-¿Competitividad es devaluación?
-La devaluación se está haciendo, a través de la inflación y no en relación con el dólar. Si la cotización hubiera acompañado la real inflación, no tendríamos estos problemas. Lo que hay que apuntar es a bajar la inflación, porque una devaluación con inflación alta es un problema. Cuando mejor estuvo la Argentina fue en 2004. Teníamos superávit, balanza comercial y reservas en crecimiento, dólar competitivo e inflación del 4%.
-¿Cómo está la UCR?
-A nivel provincial muy bien. Noto como nunca la predisposición para trabajar. Tirando todos para el mismo lado. Al no participar (Roberto) Iglesias y (Víctor) Fayad todo fue más uniforme. Ahora el radicalismo de Capital está volviendo, están sumándose sin pedir nada.
Ahora tenemos que seguir transitando este mismo camino. En Mendoza siempre hemos sido alternativa y esperamos que el resultado que obtengamos nos dé un peso específico más grande a nivel nacional.
-¿Y la UCR nacional?
-Bien. El partido ha recompuesto su relación con la ciudadanía. Estamos segundos en intención de voto después del Frente para la Victoria y si mejoramos en algunos distritos nos va dejar expectantes.
-En ese radicalismo nacional usted es una figura...
-Soy uno de los dirigentes que puede irradiarse nacionalmente... Junto con otros...
-No me lo va a decir...
(risas) -Esto es como la ligustrina, el que levanta la cabeza... Hay que ser bien horizontal en el radicalismo.
-¿Sigue corriendo?
-Esta campaña es más tranquila que otras. Si bien el ritmo físico es el mismo, no hay el mismo desgaste mental, así que me ha permitido correr dos carreras.
Los dirigentes hacen la fácil. Me inscriben a mí en las carreras... Arman la agenda y me informan “tenemos un acto acá, una reunión allá y después tenés que correr”, me dicen. Además de eso, cada dos días me pongo las zapatillas.
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