Sabemos que el escenario está definido en los cargos más representativos de la conducción partidaria, tanto a nivel institucional como partidario. Nosotros llegamos con la expectativa y la clara intensión de no pretender nada y poner todo a disposición. Entendemos que el partido debería haber integrado las diferentes partes, creíamos que era la mejor opción, el diálogo y el acuerdo. Nuestro partido siempre veló por el equilibrio institucional de poderes -criticando dura y seriamente al kirchnerismo por la concentración de poder que hace- hoy se encuentra con un grupo de dirigentes partidarios que hacen exactamente lo mismo que critican.
Agotamos todas las instancias para lograr ese equilibrio, por la acción de algunos -bien o mal intencionados- dijeron que el equilibrio se lograba si yo asumía la presidencia de bloque, algo que explícitamente todos sabían que no era ni mi intención ni me anhelo. Tuve la insistencia de que aceptara por parte de algunos dirigentes y legisladores, se lo manifesté al propio Negri en una reunión para decirle que me pedían esto; luego todos conocen el desenlace. Todos saben muy bien como actuó cada uno; igual vamos a mirar para adelante.
Velo por la unidad del bloque y estaremos dentro de él, como unos diputados más, de ninguna manera voy a romper el bloque y dejo en claro que no acepto la vicepresidencia que se me propone, la pongo a disposición de la dirigencia partidaria.
He tomado la decisión de mirar para adelante, se está produciendo un drenaje muy grande de dirigentes que no se encuentran contenidos por la conducción partidaria y si este mensaje no lo entiende esta dirigencia, nosotros se lo vamos a hacer entender. Tenemos que generar un espacio para contener a aquellos que no se encuentren representados.
Mi compromiso es representar a Mendoza y voy a trabajar en ese sentido, espero que el radicalismo se abra en miras de construir un partido con vocación de poder. El radicalismo de Mendoza, ampliamente ganador en las últimas elecciones, no fue consultado a la hora de elegir a la conducción partidaria. Vamos a tener que luchar contra todo. Obviamente esta estructura partidaria nacional apoya a un candidato. Ya estoy acostumbrado, el presidente del partido debe ser neutral, la estructura partidaria ya eligió qué candidato apoyar; si no hay esa neutralidad hacia adentro, tampoco se va a lograr hacia fuera.
La actual conducción partidaria no entiende que se puede trabajar con equilibrio y representación de todos los sectores. Si nosotros hubiéramos estado en esa situación hubiéramos actuado de forma distinta, sin mezquindades, como lo hemos hecho en el radicalismo mendocino. Este es el radicalismo que queremos irradiar hacia el resto del país, vamos a dar la pelea, no vamos a bajar los brazos, vamos a trabajar para construir un radicalismo nacional pensando en la gente y no en los dirigentes, que son importantes, pero que no deben desoír a la ciudadanía.
Está claro que mientras algunos estábamos recorriendo puerta por puerta las provincias para lograr un triunfo radical, otros se preocuparon por resolver sus situaciones personales; este no es el radicalismo que queremos. Vamos a presentar nuestras ideas, queremos construir un radicalismo con real vocación de poder, abierto a otras fuerzas, vamos a trabajar con la gente que nos apoye y trabajaremos para adherir nuevas voluntades. Queremos un partido que sea alternativa el día de mañana, acá estamos con un pensamiento distinto a las formas que tiene la conducción partidaria, los que compartan esta idea, encontraran en Julio Cobos alguien que los represente, llegado el momento de las distintas elecciones, mantendremos nuestras posturas.
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