sábado, 23 de enero de 2010
En el cobismo dicen que lo mejor sería que Redrado renuncie
No lo dijo él. Pero sí uno de sus más cercanos dirigentes, el intendente de la localidad mendocina de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, quien ayer por la noche visitó a Julio Cobos en su casa: "Probablemente, lo mejor para salir de este conflicto es que Martín Redrado renuncie al Banco Central", admitió ese jefe comunal a Clarín.
En medio de una fuerte operación del Gobierno que busca forzar la renuncia del vice, el entorno de Cobos dejó trascender así que coincide con la Casa Rosada en este punto esencial: Redrado podría destrabar la crisis del Banco Central si decide dimitir por sí mismo, antes de que la comisión bicameral emita un dictamen sobre su conducta, un texto que no puede obligar a la Presidenta ni a ratificarlo en su cargo ni a echarlo, sino que solo funciona a modo de "consejo".
Las más importantes dirigentes de la UCR, como Ernesto Sanz y Gerardo Morales, se habían expresado en un sentido similar sobre Redrado. Habían dejado en claro que para el radicalismo lo más importante era que el Congreso trate la cuestión del uso de reservas para pagar la deuda, dando a entender que sobre el todavía titular del BCRA la suerte estaba echada. Fue por eso que Elisa Carrió denunció que existía "un pacto" entre los radicales y el Gobierno. El actual vicepresidente del BCRA es Miguel Pesce, un dirigente que en algún momento tuvo un importante contacto con Cobos, a través del ex senador Raúl Baglini.
Cobos recibió anoche, en Mendoza, la carta en la que la presidenta Cristina Kirchner le pidió que ponga en funcionamiento el martes a la comisión bicameral que estudiará las acciones de Redrado al frente del BCRA.
Por la mañana, se había recluido en la quinta que tiene su consejero Juan Carlos Jaliff, en una reunión de la que también participó el ex secretario Legal y Técnico en su gestión de gobernador, Jorge Albarracín, un experto en cuestiones jurídicas. Por la noche recibió en su casa al intendente Cornejo, quien hizo de vocero de un pensamiento que hasta ahora el "cobismo" había mantenido en silencio: que una renuncia de Redrado ayudaría a solucionar, en parte, los conflictos que existen alrededor del Banco Central, el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
Cobos, como buen radical, cuidará las formas y será respetuoso de las reglas del Congreso y de la decisión de Redrado. Ya dejó trascender que pondrá en marcha la comisión bicameral el martes, a la que además quiere imprimirle un ritmo "ágil". Eso, claro, si es que Redrado finalmente no renuncia: "Nosotros jamás saldríamos a forzarlo para que se vaya si él no quiere hacerlo, pero claramente su salida no estaría nada mal, más bien lo contrario", chicaneó ante Clarín uno de los operadores de mayor confianza del vice.
Si finalmente Redrado se decide a dar batalla en el Congreso, entonces Cobos profundizaría las instrucciones que ayer les dio a sus colaboradores más cercanos: que se preparen para darle a la comisión bicameral un funcionamiento absolutamente rápido. "El dictamen tiene que salir lo antes posible", dijo anoche a este diario uno de sus asesores, que repitió palabras de su jefe. Cobos quiere evitar que el proceso de la comisión se demore más de lo debido. "Si es necesario, vamos a trabajar todos los días", repitió ante su entorno, que evaluó que la extensión del trámite podría igualmente durar varios meses, dependiendo de las pruebas y testimonios que presente la defensa de Redrado.
Fue por eso que Cobos estudió ayer las reglas para ser Presidente, no de la Nación, pero sí de la comisión bicameral que decidirá sobre Redrado, siempre y cuando éste no siga el consejo que en esta nota le está dando el cobismo.
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