martes, 3 de noviembre de 2009
Entrevista completa realizada a Cobos en Santo Domingo la semana pasada
Publicada en Infolatam y escrita por Consuelo Alvarez de Toledo
SANTO DOMINGO.- Julio Cobos es vicepresidente de la Argentina. Afirma que solo dejará la vicepresidencia del gobierno de Cristina Kirchner con la que mantiene un grave enfrentamiento a comienzos de 2011 para competir por la Casa Rosada. De ella afirma: "es inteligente".
Cobos asiste en Santo Domingo al Foro organizado por IDEA y Funglode. Confiesa que está decepcionado con Cristina Kirchner y asegura que tras su incursión por territorios ajenos al radicalismo ya le han perdonado. ¿Se ve de presidente?. "Al menos lo voy a intentar, dice, porque Argentina tiene un problema serio de confianza y seguridad que es urgente resolver".
Desde la experiencia de Argentina, Julio Cobos afirma que "es hora de pensar en las grandes inversiones que necesita América Latina" que requieren la "eliminación de barreras administrativas y una previsibilidad que garantice la seguridad" para obtener el crédito necesario para estas inversiones a largo plazo.
P.- ¿Corre peligro la institucionalidad democrática argentina tras las últimas iniciativas del gobierno Kirchner (ley de medios, reforma política)?
JC.- No corre peligro. Las leyes han sido debatidas en el Congreso. Hubiera sido bueno no iniciarlo con éste porque la legalidad la tiene el próximo Congreso. Como toda ley, se puede modificar.
P.- ¿Va a impulsar usted su modificación?
JC.- Mi función no es proponer. He opinado sobre esta ley y he dicho que tiene francos objetivos de inconstitucionalidad como por ejemplo el tiempo de adaptación para las empresas. Son temas que han originado disidencias y que a mi juicio ponen demasiado poder en manos del Ejecutivo cuando debería estar en la autoridad reguladora... en todo caso no es eso lo que más me preocupa de la situación en Argentina.
P.-¿Por qué cree usted que Brasil triunfa y Argentina se estanca?
JC.- No hemos sabido construir una política de Estado. Se refleja en la falta de confianza. Brasil, Uruguay, Chile, se han dado cuenta de que hay que acordar políticas de Estado. Pienso que hay que tener una voluntad clara de diálogo y de consenso. Yo siempre abogué por el consenso... Argentina es un país construido por inmigrantes, por gente muy diversa. Hay que recuperar esos valores de convivencia.
P.- ¿Qué solución propone para los grandes problemas nacionales?
JC.- El problema de Argentina, más que económico, es la recuperación de la confianza y la seguridad. Urge tener un poder judicial que recupere la independencia, que el Consejo de la Magistratura sea realmente independiente. Y recuperar el sistema parlamentario porque el problema es cuando el Congreso delega los poderes. Es urgente recuperar las facultades delegadas por el Parlamento.
P.- ¿Podría definirme con una palabra a Cristina Kirchner?
JC.- Inteligencia.
P.- ¿Néstor Kirchner?
JC.- Obsesión.
P.- ¿Guillermo Moreno?
JC.- Lealtad.
P.- ¿Y Carlos Reutemann?
JC.- Precaución.
P.- Dígame de Duhalde
JC.- Perseverancia
P.- ¿Mauricio Macri?
JC.- Imaginación.
P.- ¿Elisa Carrió?
JC.- Confrontación.
P.- ¿Hermes Binner?
JC.- Prudencia.
P.- Finalmente, la más difícil: dígame, Cobos, ¿qué opina de Julio Cobos?
JC.- Constancia.
P.- ¿Cómo debería articularse un frente amplio opositor (radicales, socialistas, cobistas etc.) para que no se desgaje tras una eventual victoria en banderías y conflictos internos y recuerde lo ocurrido con Fernando de la Rúa?
JC.- Hay que establecer metas y acuerdos, dejar personalismos y a partir de eso trazar ejes para una alternativa; ejes dispuestos para articular políticas de Estado.
P.- ¿En qué temas?
JC.- Sobre la pobreza, la educación, la seguridad, la energía, la política exterior y la diversificación económica.
P.- ¿Cuándo tiene pensado abandonar el cargo de vicepresidente para lanzarse a la carrera electoral?
JC.- Para comienzos de 2011, antes comenzará la reforma y hay que medir los tiempos... será para comienzos de 2011, sí.
P.- ¿Se ve como presidente argentino en 2011?
JD.- Al menos, uno se ve con intención de participar.
P.- ¿Se siente usted mal siendo el vicepresidente de una presidenta con la que no se lleva?
JD.- Es una situación incómoda. Llegué para aportar una visión y un pensamiento de crecimiento continuo... No fue posible y me siento decepcionado.
P.- ¿Le han perdonado en el radicalismo y le permitieron el regreso?
JC.- El radicalismo ya me abrió las puertas. Mi regreso queda nada más supeditado a la vicepresidencia. En Mendoza hemos ido todos juntos y ahora comenzamos un proceso de reunificación y llegamos a un acuerdo. Nos ha ido bien.
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