Por Gustavo Sylvestre. Periodista
Julio Cobos terminó de cruzar el Jordán y pudo volver al templo, bendecido por los sumos sacerdortes: el ingreso que hizo el martes al mítico comité nacional de la Unión Cívica Radical significa la reconciliación definitiva con su partido y la puesta en marcha de su proyecto presidencial. La foto, compartida con el otro candidato del radicalismo, Ricardo Alfonsín, fue propiciada por el presidente partidario, el Senador Ernesto Sanz, que busca la consolidación definitiva del radicalismo y la posibilidad de armar un plan de gobierno alternativo al del kirchnerismo.
Cobos fue claro en el encuentro. Habló de la necesidad de que el radicalismo se muestre como una alternativa clara de poder, de hacer carne en el partido cierto “pragmatismo que tiene el peronismo”, de buscar acuerdos con el peronismo federal en algunas políticas de estado que se harán necesarias poner en marcha el año próximo, de hablarle claro a la gente en materia de economía, inseguridad, y de meterse en temas conflictivos como tarifas, subsidios y transporte.
Ambos candidatos coincidieron en los temas planteados, uno sólo pareció distanciarlos: la presencia de Elisa Carrió en el Acuerdo Cívico y Social. Ambos coinciden en la necesidad de fortalecer ese acuerdo y dicen que si algún partido se va no será el radicalismo. Cobos fue concreto: “Que la doctora Carrió defina si va a estar en el acuerdo o no, necesitamos avanzar en la elaboración de una plataforma seria y posible”. Alfonsín fue más conciliador; “avancemos en lo que propone Julio, pero demosle tiempo a Carrió y su partido. Van a terminar con nosotros...”.
Cobos avanza en la preparación de su equipo económico, y en el armado de una agenda de reuniones con los empresarios más importantes del país, a quienes les planteará sus ideas sobre los temas sensibles para la economía que viene: tarifas, subsidios y relación con las provincias. Ya reunió en torno suyo al economista Enrique Vaqué, ex Ministro de Economía de Mendoza; la actual senadora nacional Laura Montero, quien fuera su ministra de economía; el ex gobernador de Río Negro, Pablo Verani y al ex secretario de Energía Daniel Montamat. Cobos les pidió que vayan armando informes sobre distintos temas que hacen a la economía diaria. Al ex secretario le pidió informes sobre el tema energético y tarifas porque cree que se debe ir a un esquema de “aumentos graduales”, diferenciadas, que permita superar el actual esquema de atraso y hacer frente al reclamo de las empresas que ven peligrar sus inversiones y los servicios hacia el futuro. También lo preocupa el tema de transporte. Planifica tres corredores ferroviarios que sirvan para integrar las economías regionales y den salida a la producción, reactivar puertos y sentarse con los gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires y el de la Provincia de Buenos Aires para descentralizar el transporte; y que esas jurisdicciones se hagan cargo del tema. “¿Qué tiene que hacer el Gobierno Nacional preocupándose de la tarifa del colectivo de Buenos Aires”, se pregunta en esas reuniones con colaboradores.
Hay un tema que lo obsesiona: los 900.000 chicos que hay en la calle, sin escuela y sin futuro. Para ellos planea la creación de una especie de Tribunales de Falta para la educación, que puedan hacer un seguimiento serio sobre la obligatoriedad escolar. “Hay que volver a la disciplina y al orden, no nos debe asustar esas palabras... la Argentina se debe una educación mejor y que esos chicos salgan en forma inmediata de la calle”.
Cobos se siente más seguro y tranquilo en su función. A los que les recuerdan que es Vicepresidente y si eso es un impedimento o una contradicción en su candidatura les comenta: “Cuando yo voté en contra de la 125, después me reuní con la Presidenta e intenté retomar la relación y replantear la misma en base a lo que en su momento se había hablado en la concertación concretada con el ex Presidente, la forma en que el radicalismo se sumaba... Pero la Presidenta nunca más me volvió a llamar”.
Hoy el radicalismo ya no le reclama que se aparte del cargo, y los responsables de las distintas líneas internas lo visitan a diario en su despacho. Cobos a todos los radicales les dice lo mismo: “No debemos desaprovechar esta oportunidad histórica de retomar al poder, pero debemos estar atentos a los errores que cometimos en el pasado para no repetirlos... La gente nos exige a los radicales mucho más que a otros y esta vez no podemos defraudar”.
Siente que hay muchos contra él, que esperan que no sea candidato, pero se tiene fe en una primaria. Y cree que la Argentina tiene una buena perspectiva económica por delante, pero que hay que cambiar la forma de relacionarse con el mundo y en forma interna entre los distintos sectores de la sociedad. “No más la confrontación, hay que dar una vuelta de tuerca en algunos temas, solucionar los laberintos que hay en la administración del Estado. Así, estaremos en condiciones de dar un salto importante como país”. Cree que hay que consolidar proyectos fuertes en las provincias más importantes que acompañen un proyecto nacional y no descarta, en el futuro, marchar hacia acuerdos políticos con otros sectores. Pero primero está el radicalismo y su tarea será volver a enamorar a los radicales en torno a su candidatura.
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