En primer lugar, se dejó una Mendoza ordenada en sus cuentas públicas con superávit fiscal primario y pleno cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal; algo que fue reconocido hace tiempo atrás por el actual Ministro de Hacienda. En las arcas del Estado quedó el equivalente a dos masas salariales para afrontar los pagos a futuro, superando los 200 millones de pesos. Al Fondo para la Transformación y el Crecimiento le fueron devueltos 240 millones de pesos. Además, de 1005 millones de pesos para la construcción de la presa Portezuelo del Viento, aún esperamos que el gobierno actual firme el contrato que fue adjudicado en la gestión anterior. Además, al dejar el Gobierno quedaron en el banco, 28 millones de pesos destinados al Ferrotranvía Urbano.
Dejamos renegociado el Bono Aconcagua, donde la provincia se ahorró más de 40 millones de dólares al bajar la tasa del 10 por ciento al 5,5%; pagando capital e intereses; no como fue anteriormente que sólo se pagaban intereses.
Resolvimos el problema legal y judicial de los jubilados al ser reconocidos-por la Nación- el 82 por ciento móvil a los empleados transferidos de la Ex Caja en el año 1996. Incorporamos al sistema jubilatorio a casi 70.000 jubilados de los cuales, 17.000 son hombres y mujeres que trabajaron en el ámbito rural.
Ordenamos la deuda de los municipios, estableciendo una restructuración que ascendía a 66 millones de pesos y que fue restructurada a 16 años con un interés del 2 %. Se generó un Fondo de Infraestructura Municipal de 52 millones de pesos que se distribuye entre los municipios priorizando aquellos de bajos recursos, como La Paz, Santa Rosa y Lavalle.
Se implementó el plan Mendoza Productiva, merced a gestiones realizadas con el Banco Interamericano de Desarrollo que llevó programas de financiamiento, de obras públicas, de capacitación y de clusters a todo el ámbito provincial.
La mortalidad infantil cayó del 13,4 por cada mil nacimientos que había en el 2004 al 10,6 en el 2007. Se construyeron 3 hospitales nuevos en Santa Rosa, Rivadavia y Junín, además de la incorporación de 58 ambulancias nuevas y la ampliación del Sistema de Emergencias Coordinado al sur provincial y el este mendocino.
Dejamos la gestión con 544 salas de cuatro años funcionando y 231 con doble escolaridad. Se incrementaron las horas de matemática, lengua, ciencias sociales y naturales; además de volver a la calificación numérica con exámenes globales a fin de año. 4.100 jóvenes pasaron por el Servicio Cívico Voluntario y ahora no solo tienen un oficio con el cual afrontar los desafíos cotidianos, sino también su educación completa. Se unificó el criterio en cuanto a los manuales para ello la anterior gestión entregó 250.000 libros para los chicos de nivel primario, desde el nivel inicial hasta el séptimo grado. Además, de dejar escuelas funcionando a pleno, como el Polivalente de Artes en San Rafael, la escuela superior General San Martín en el departamento del mismo nombre o el establecimiento Federico García Lorca de Godoy Cruz, entre otras.
Además de la implementación del nuevo Código Procesal Penal, se mejoró notablemente el sistema penitenciario con la construcción de la Alcaldía de Mujeres de El Borbollón para mujeres, la remodelación completa del Establecimiento Boulogne Sur Mer- San Felipe y el nuevo edificio penitenciario Almafuerte. En solo cuatro años de gestión, se triplicó la capacidad del penal mendocino, luego de cien años de desinversión. En cuanto a la política de derechos humanos, se creó la Coordinación de DDHH.
No solo fueron dos helicópteros nuevos, hubo incorporación de móviles, motos, camionetas y bicicletas para la policía provincial. Fuerza que pudo incorporar 2.400 efectivos más gracias a la descentralización del Instituto Universitario de Seguridad Pública. Hubo una fuerte inversión en el sistema TETRA de comunicaciones, el nuevo centro estratégico de operaciones y el laboratorio de ADN ubicado en la Universidad Nacional de Cuyo. Para atender la demanda en las zonas productivas se creó la policía rural y para las zonas de esparcimiento, la policía del parque.
Históricamente fueron reclamadas a las gestiones anteriores y la gestión de Cobos pudo capitalizar y cumplir con estas obras: doble vía a Desaguadero, a Tunuyán, el Paso Pehuenche, el Canal Marginal del Atuel, la ampliación de la avenida Acceso Este y el nudo Costanera-Vicente Zapata; el canal Reducción Los Andes.
Nadie olvida los permanentes reclamos por las mejoras en el servicio de transporte público de pasajeros. En este sentido, se licitaron los recorridos y las empresas debieron incorporar vehículos nuevos para mejorar la calidad del servicio. El Estado intervino y pudo comenzar a analizar el comportamiento del sistema por kilómetro recorrido. Además, licitó nuevos taxis, remises y pudo concluír la obra de trolebuses que une Godoy Cruz y Las Heras; además de tender una nueva línea hacia la Universidad Nacional de Cuyo.
Se puso el acento en terminar las obras vinculadas con la ciencia y hoy Mendoza luce ante el mundo con el Observatorio Pierre Auger, con un importante aporte del estado mendocino. Hubo un fuerte impulso a las obras que tienen al turismo como protagonista: la ruta de los caminos del vino, el camino Cacheuta Potrerillos, el acceso al Parque Aconcagua; los accesos a los lagos del sur mendocino (Valle Grande y Nihuil); Villavicencio; la ampliación del Parque General San Martín y la recuperación patrimonial del Cerro de la Gloria. No alcanzaba con el Centro de Congresos del Gran Mendoza para concentrar toda la actividad y por eso se puso en marcha y se construyó el Centro de Convenciones de San Rafael.
Se crearon fondos específicos para obras de gas y energía rural; se inauguró una planta modelo en materia de sanidad como la Bioplanta para la producción de insectos estériles, emprendimiento único en Latinoamérica.
El sector productivo tuvo respuesta a la hora de las inclemencias climáticas con la lucha antigranizo, que incorporó cuatro aviones y permitió tener menos áreas afectadas, solo comparada con el año 1994. En este mismo sentido, se incorporó el seguro agrícola y los créditos para la obtención de la malla antigranizo.
En materia de recursos energéticos, durante la gestión Cobos se consiguió la potestad de la provincia y así licitar las áreas petroleras secundarias que fueron dejadas listas para ser adjudicadas por la actual gestión.
La provincia de Mendoza tenía -al momento de dejar su gestión- un 3,1 % de desempleo (en el año 2003 la misma era del 17 %). La pobreza –en personas – cayó del 54 % (2003) al 18,3 % (2007) y la indigencia del 25.3 % (2003) al 4,7% (2007). Las exportaciones entre 2003 y 2006 aumentaron un 24 % y en igual período, las empresas exportadoras crecieron un 35 %. La cantidad anual de turistas que visitaban la provincia aumentó un 34 por ciento en este período y el aporte del turismo a la economía local, en el último año, fue de 1.800 millones (más de un 140 % comparado con el 2003).
Su labor al frente del Congreso Nacional no le impide seguir paso a paso las obras que hay para Mendoza, por esta razón, el vicepresidente Cobos sostuvo que las ofertas por el Ferrocarril que une BsAs con Mendoza se abren en agosto de este año (8.000 millones de pesos).
Así también dijo que la obra Beatzley- La Dormida comenzará en uno o dos meses más, así se podrán transportar mas de un millón de metros cúbicos por día de gas.
En cuanto a la energía, la línea Comahue Cuyo ya tiene su cronograma licitatorio que prevé la firma de contratos a mediados de agosto.
Estos son los hechos concretos de una gestión arraigada en la cultura del trabajo, la solidaridad y el respeto por lo público. Mendoza creció y es la herencia real, los hechos no dejan lugar a dudas.
EN RESUMEN
La economía de Mendoza creció, en promedio, por encima del 12 por ciento anual
Las exportaciones aumentaron 24 por ciento.
El desempleo bajó del 16,9 % al 3,1%.
La pobreza, del 43,5 % al 15,9%.
La indigencia, del 19 % al 5,6 %.
